Cómo motivar el aprendizaje independiente en los estudiantes

Para muchos de los casos, nuestras experiencia como docentes podría comprobar la gran rapidez con que nuestros estudiantes pueden olvidar lo que vemos o aprendemos en clase, además de la falta de estrategias para conservar y aplicar el conocimiento.

Así, nuestro objetivo en la enseñanza no es solamente diseñar estrategias y actividades para que los estudiantes aprendan diferentes tópicos o contenidos, también, o mejor aun, lo que se busca es potenciar en ellos habilidades para la auto gestión del aprendizaje que les permita adecuarse rápidamente en otros ambientes escolares o profesionales para hacer frente a los cambios acelerados de la economía del conocimiento.

En este sentido, Donna Wilson y Marcus Conyers autores de más de 40 libros sobre educación hacen referencia a tres estrategias para ayudar a los estudiantes a auto motivarse y hacerse cargo de su aprendizaje.


1. Cultivar aprendizajes independientes:

Compartimos mucho tiempo con nuestros estudiantes, mucho más que el que indican nuestros horarios de clase, esto tiempo hace establezca un enlace con ellos, no solamente sabemos de su vida en la escuela, sino que trascendemos más allá. Aprovechemos esta relación para mostrarles una pasión por el aprendizaje. Si los estudiantes observan nuestra pasión por el conocimiento es más probable que ellos tengan una conexión emocional con el aprendizaje y los inspire a continuar aprendiendo. Así también los estudiantes se sentirán motivados a buscar otras y nuevas formas para aprender, y en este último debería de estar guiados nuestros propósitos pedagógicos.

Permítase hacer preguntas a los estudiantes sobre sus sentimientos frente al aprendizaje, por ejemplo ¿Cómo se imaginan que se van a sentir cuando aprendan algo nuevo?, ¿qué pasará cuando aprendan a escribir o leer?, ¿qué pudieran hacer con ello?. Permítales describir sus sentimientos y conectarlos con aquello que es importante para ellos, nuevamente, pongamos en función del aprendizaje lo que sabemos de ellos.

Los estudiantes son inherentemente sociales, así que motivemos el aprendizaje cooperativo y la relación entre ellos. Animemos a los estudiantes a decir a su compañero sus objetivos de aprendizaje y pedir su ayuda, esta verbalización permitirá interiorizarlo. El trabajo entre pares puede resultar muy motivante.

2. Entrenar a los estudiantes para establecer metas y desarrollar un plan para el aprendizaje:

Ayudar a los estudiantes a construir sus objetivos de aprendizaje, teniendo en cuenta que sean realistas pero desafiantes. En caso que tenga estudiantes poco o nada motivados hacia el aprendizaje, considere ayudarlos a formular objetivos de aprendizaje basados en sus fortalezas, o en eso que ya saben, de tal modo que les permita tener un punto de anclaje que les haga sentir seguros. Ofrezca diferentes puntos de vista, otros recursos (digitales, físicos) que permita ampliar la perspectiva a sus estudiantes.

Un tema que merece consideración en el aprendizaje, y sobre todo en el aprendizaje independiente, es la gestión del tiempo. Así se deberá ayudar a los estudiantes para que estructuren el tiempo que dedican a aprender. Para el estudio independiente se requieren espacios de descanso y la recomendación es que se haga cada 20 minutos, un cambio de enfoque o de actividad en ese tiempo  mejora el aprendizaje, suficiente será pararse y moverse, estirarse o caminar.

También se recomienda para el aprendizaje de un nuevo contenido o tema, hacerlo en diferentes lugares a los acostumbrados, los autores afirman que la memoria se ve favorecida cuando se cambia de locaciones, no siempre el salón de clase es el mejor lugar para aprender, cada vez que se pueda y las condiciones del lugar lo permitan, salir del salón a la biblioteca, al patio de recreo, corredores u otros escenarios disponibles por la institución, es recomendable hacerlo.

Ayude a los estudiantes se ser comprometidos con sus objetivos de aprendizaje, ser disciplinados, recordar las motivaciones o intereses por lo cual lo están haciendo, administrar su enfoque a largo tiempo y a minimizar las distracciones.


3. Enseñar a los estudiantes a autoevaluarse:

Pida a los estudiantes que escriban una carta a un estudiante que estará en la clase el próximo año, al terminar una unidad, temática o proyecto pídale al estudiante que haga un resumen de lo que ha aprendido y exprese al futuro estudiante las dificultades que debió afrontar. Esta actividad ayuda a que el estudiante reflexione sobre lo que ha aprendido.

Permita que los estudiantes formen parejas o pequeños grupos, en los cuales, por turnos, puedan expresar lo que han aprendido. Esta actividad les permitirá compartir lo que algunos han aprendido mejor que otros, conocer otra perspectivas, identificar otras formas de aprender, escuchar nuevos cuestionamientos, identificar lo más importante o fundamental de la clase.

Con la práctica recurrente de estas estrategias, pregunte a los estudiantes por lo cambios que ha observado, qué es lo que más le a servido, en qué ha mejorado.

Referencia:

Guiding Students to Be Independent Learners